Ya te hemos contado antes los beneficios de tener una vida más activa; entre ellos, moverte en el día a día te ayudará a prevenir enfermedades, mantener un peso saludable y, contra lo que puedes pensar, aumentar tu nivel de energía.
Sin embargo, y a pesar de que probablemente conozcas muy bien estos motivos (y si no los conoces, te recomendamos darte una vuelta por el artículo que compartimos más arriba),sabemos que a veces no es tan fácil ser más activos en días que cada vez parecen más ocupados. Por eso, te presentamos, una guía de pequeños cambios que puedes hacer en tu rutina diaria para llevar una vida menos sedentaria.
1. ¡Baila!
Bailar es una actividad que nos hace liberar endorfinas y sentirnos más felices. El movimiento y la música nos permite soltar tensiones, liberarnos, aumentar nuestro sentido de seguridad y autoestima, y - en general - divertirnos. ¿Lo mejor? No tienes que esperar a que sea fin de semana o a una fiesta para hacerlo: puedes bailar en casa y reclutar a tus hijos o a tu pareja para que te acompañen en la diversión. También puedes bailar sola, verás como después de un rato se vuelve completamente adictivo.
2. Camina un poquito más en tu día a día
Caminar es una de las mejores actividades que puedes realizar. Para empezar, es la actividad más natural al cuerpo humano: todos caminamos y nuestra especie lo hace desde sus inicios. De hecho, caminar es una de las actividades que define nuestra humanidad: el acto de andar sobre nuestros dos pies y manteniendo libres las manos, nos diferencia de todos los demás animales del mundo. Aun así, la verdad es que las personas caminan cada vez menos. Por eso, te proponemos comenzar a caminar un poquito más realizando pequeños cambios en tu vida cotidiana. ¿Tienes que hacer compras? Anda caminando en lugar de manejando. ¿Vas a trabajar en auto? Estaciónate un poco más lejos de lo normal. ¿Te mueves en transporte público? Baja un paradero antes.
3. Prioriza ejercicios que fortalezcan tus músculos y no demanden mucho tiempo
Sabemos que separar dos horas de cada día para ir al gimnasio a hacer una rutina completa de ejercicio no siempre es posible. Lo bueno es que existen distintas rutinas que puedes hacer en casa y que no demandan más equipo que tu propio cuerpo ni más tiempo que uno veinte minutos o media hora. En los últimos años, los entrenamientos de fuerza que utilizan el propio peso se han convertido en toda la moda debido no solo a sus resultados, sino también al hecho de que evitan lesiones y permiten fortalecer algunos músculos cruciales sin demasiada dificultad. Recuerda, además, que así como el cardio es importante, también lo es fortalecer tus músculos, ya que esto evitará lesiones en el futuro y te permitirá mantener una mejor postura. ¿Te animas? Incorpora los planks a tu rutina diaria y también los puentes, ambos son excelentes ejercicios que seguro ya has hecho antes.
4. ¡Sube por las escaleras!
Subir entre tres y cuatro pisos de escaleras todos los días fortalece tus piernas, ayuda a que tus glúteos estén más tonificados, te permite mantener un corazón saludable y te ayuda a mantener un peso saludable con mayor facilidad. Subir escaleras no solo es un excelente ejercicio cardiovascular, sino que, al trabajar contra la fuerza de la gravedad, trabajas todos tus músculos al desplazarte hacia arriba. Aun así, la mayoría de nosotros nos dejamos vencer por la flojera y escogemos usar el ascensor o tomar las escaleras mecánicas siempre que tenemos la oportunidad de hacerlo.
5. Escapa de la rutina
Uno de los motivos por los que mucha gente abandona el ejercicio es aburrimiento. Seguir siempre la misma rutina o creer que la misma rutina de ejercicio funciona para todas las personas, es una receta para terminar abandonando esa misión que emprendiste con tanto entusiasmo. Por eso, no tengas miedo de variar tu rutina hasta descubrir exactamente qué es lo que te gusta. Recuerda que no se trata de escoger el ejercicio "perfecto", sino de encontrar la rutina ideal para ti. No te compares con nadie: no hay peor ejercicio que el que no se hace, así que encuentra el que funciona para tus gustos, disponibilidad de tiempo y estado físico.
6. ¡Descansa!
¡En serio! Un error que cometen muchísimas personas que han decidido comenzar a tener un estilo de vida más activo es excederse en la cantidad de ejercicio que hacen y no darle a su cuerpo la oportunidad de descansar y recuperarse. De hecho, como casi cualquier entrenador te dirá, descansar es una parte de la rutina de ejercicios tan importante como el movimiento mismo. Por eso, tómate un día de la semana para descansar y recuperarte. Puedes aprovechar de dormir un poco más o, si quieres aprovechar el día para igual moverte un poco, estirarte y quizá realizar algunos ejercicios de yoga.
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