1. Alimentación variada y equilibrada:
Una alimentación variada y saludable, garantiza que nuestros hijos obtengan los nutrientes necesarios, sin embargo existen platos que los niños consideran desagradables. Ante ello, podemos motivarles (sin obligar) a probar nuevos platos que contengan esos alimentos que sabemos que no les gusta junto aquellos que son de su agrado, para que de esa manera equilibraremos su alimentación.
2. Buenas costumbres al comer
Debemos enseñarle a nuestros hijos a tener horarios específicos para alimentarse (hora del desayuno, almuerzo o cena), de esta forma evitaríamos a que se acostumbren a comer por ansiedad. Por ello, a la hora de comer debemos darle su tiempo y espacio para que así disfruten de su plato y puedan digerirlo adecuadamente, asimismo no debemos presionarlos a terminar la comida, pues de repente le cae mal o esté realmente lleno.
3. Beber agua
Nuestro cuerpo contiene un 70% de agua, una sustancia imprescindible para nuestro organismo, debido a que ayuda a eliminar toxinas e hidratar todos nuestros órganos, por eso debemos hacer que nuestros hijos beban entre 4 a 6 vasos de agua diarios.
4. Más actividad física
El juego y el deporte son los mejores aliados para que nuestros hijos puedan llevar una vida saludable, por eso se recomienda que hagan al menos una hora de actividad física diaria sin convertirlo en una obligación, además nosotros como padres podríamos compartir con ellos dicha actividad, logrando así conectarnos y pasar más tiempo con nuestro hijos.
5. Menos televisión
Muchas veces los niños pueden encontrar en la televisión, la compañía y distracción que les hace falta, sin embargo debemos pactar con ellos los horarios en los que deben ver la televisión, debido a que pasar más de 3 o 5 horas frente a la pantalla podría ser dañino para su salud, causando la obesidad y una vida sedentaria.
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