Es necesario saber sobre esta enfermedad, ya que
afecta a muchas personas y hay muchas prácticas que podemos emplear para
evitarla, como comer sano, hacer actividad física y tener controles médicos regulares.
La Dra. Natalia Bermejo Rubio,
licenciada en la Universidad de Alcalá de Henares, España explica que la
insuficiencia renal crónica es un deterioro progresivo del filtrado glomerular,
es decir, la capacidad del riñón de filtrar la sangre.
Como consecuencia
de este filtrado insuficiente, se produce una acumulación de sustancias
nitrogenadas en la sangre, especialmente urea y sus derivados, y una elevación
de la creatinina plasmática. Esta situación conlleva a lo que se conoce como uremia o síndrome
urémico.
Las características del
síndrome de insuficiencia renal crónica son: una función renal reducida, debido
a la disminución en el número de nefronas (unidad funcional básica del riñón) y
a un deterioro funcional del riñón. Si la disfunción renal se mantiene, tanto
si esto es debido a un fallo de la irrigación del riñón, como a una lesión de
los tejidos que lo forman, se puede desarrollar una insuficiencia renal
crónica.
Las causas de la insuficiencia
renal crónica son múltiples. En
algunos casos se desconoce cuál es el mecanismo que ha dado origen a la
insuficiencia renal, pero los factores que intervienen más frecuentemente en su
aparición son:
Diabetes. Esta enfermedad
puede provocar una alteración en los riñones que constituye la principal causa
de fallo renal crónico.
Hipertensión
arterial y alteraciones vasculares.
Dislipemias (altos niveles
de colesterol o triglicéridos en la sangre).
Glomerulonefritis: desestructuración de una parte de
la nefrona.
Enfermedades hereditarias que afecten al riñón como el
síndrome de Alport o la poliquistosis renal.
Para evitar este mal es necesario prevenir y tratar
todas aquellas afecciones que puedan provocar el daño renal. El control de la
hipertensión arterial, con la medicación adecuada y unos hábitos de vida sanos
(dieta equilibrada y sin sal, ejercicio físico regular y abstención de fumar)
es fundamental, tanto para prevenir el desarrollo de patologías renales, como
para evitar la progresión del daño renal cuando ya se ha presentado la
enfermedad.
Se han suscitado algunas dudas sobre si las gaseosas
son o no la causa de la insuficiencia renal. Esto no es cierto. El American
Kidney Fund indica que el consumo de gaseosas no es dañino para el riñón si son
consumidas con moderación. La diabetes es la causa principal de la falla
renal. Estudios científicos no han probado que las bebidas gaseosas incrementen
efectivamente el riesgo de padecer una IRC.
El azúcar también genera miedos cuando de
insuficiencia renal se trata. Mucha gente teme que por consumirlo pueda
generarse un daño colateral. Sin embargo, se debe tener claro que muchos
alimentos naturales que vemos como saludables” contienen azúcar y no nos harán
daño siempre y cuando cuidemos nuestras cantidades y los consumamos con
moderación. No solo debemos cuidarnos de alimentos y bebidas con azúcares
añadidos, sino detodos en general y debemos además ayudar mediante actividad
física que esta cantidad disminuya antes de llegar a nuestros riñones.
Para mantener en buen estado la salud de los riñones no
es necesario dejar de consumir ciertos alimentos, sino más bien es importante
seguir una dieta equilibrada, beber diariamente entre 1,5 y 2 litros de agua y
realizar ejercicio físico con regularidad. Está bien darse gustitos de vez en
cuando, pero con moderación.
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